Hablemos de Alejandra Pizarnik y la niña monstruo Janis Joplin...
“no
quiero ir
nada
más
que
hasta el fondo”
Alejandra Pizarnik se quitó la vida el 25 de septiembre de 1972, el mismo año en el que escribió este poema dedicado a la cantante "Niña monstruo" Janis Joplin, fallecida un par de años antes, también en trágicas circunstancias.
Los versos, extraídos de una de sus
obras póstumas, Textos de Sombra y últimos poemas (1982), constituyen, más que
un homenaje a la ya por aquel entonces icónica figura del rock -símbolo
femenino de la llamada contracultura-,
uno de los muchos tributos a la muerte que la autora plasmó en sus poemas.
Un sentimiento trágico e intenso de
la vida y el anhelo de alcanzar una muerte que había tanteado en varias
ocasiones, la unían a una música y a una figura cuya libertad eléctrica fue explorada hasta sus últimas consecuencias.
Fue así como la argentina tradujo esta “libertad salvaje”, convirtiéndose como
Janis en todo un icono de la poesía y de la cultura pop.
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