Hablemos de perversión y literatura y de 10 libros para pervertir a un adolescente...


“Las perversiones parecen rechazar el completo esclavizamiento del ego del placer por el ego de la realidad” Herbert Marcuse

Leer, y sobre todo leer buenos libros, ya sea literatura, ensayo o biografía, es una de las cosas más perversas que pueda hacer hoy en día un adolescente. Llevar a su terreno las enseñanzas de esos libros y bautizarlas con su propia impronta personal, ya que cada uno digiere las páginas a su manera, puede ser incluso socialmente obsceno con determinada edad y en este bendito siglo XXI de estériles almas. Posiblemente, lo más perverso de todo esto sea la ventaja obvia que pueda obtener, en cuanto a la experiencia humana, cualquier lector adolescente, ya que estos bellos seres-esponja se encuentran en la mejor fase para empapar sus espíritus con la luz de las letras.

La manera más fácil de acabar con la pazguatería de lo políticamente correcto y sus huestes de violencia pasiva en todos los estratos de la sociedad es practicar de algún modo el azote de la decencia psíquica expresada en tantas y tantas obras a través de los libros que el mundo llama inmorales… y en el siglo XXI se convierten en libros inmorales los que hace tan solo un par de décadas se consideraban sencillamente libros de extremo pathos.

Un Lord Henry particular sería lo ideal para dar con esas maravillosas biblias que a uno le hacen reinventarse y crear el mito de su propia vida por encima de las del resto de mortales insuficientes, pero, a falta de esta clase de suertes, la chavalería inquieta tendrá que dar con listas como la que a continuación vamos a confeccionar, y que podría ser, más o menos, una muestra representativa de la biblioteca inicial y temprana del perfecto antihérore.

1- El retrato de Dorian Gray (Oscar Wilde)
Dorian Gray y Lord Henry son los mejores personajes para introducir al joven en el mundo sórdido del cinismo y la conversión a un nuevo espíritu decimonónico finisecular en pleno siglo XXI. Asociaciones estéticas, frases contundentes e ingeniosas, refinamiento dandy, distinción intelectual, acción, narcisismo, romances fallidos, exploración nocturna, suspense, el tema fáustico, la eterna juventud…Dorian es el primer psicópata encantador de la era moderna y lo tiene todo para encandilar a las tiernas almas y encarrilar su encanto bruto a través de la fina maestría narrativa de Wilde, un escritor al que sin duda terminarán adorando por su ingenio y ácido humor.

2- Corsarios de guante amarillo (Luis Antonio de Villena)
Este ensayo de Luisan, sobre el dandysmo y dandis famosos como Lord Byron, Luis Cernuda o Wilde, podría convertirse en la perfecta antesala a un nuevo estilo personal y una actitud ingeniosa, innovadora y divertida de mostrarse ante la galería humana, ya sea en las calles o en el insti, a través del atuendo que exprese a la perfección la nueva visión vital adquirida tras la lectura del retrato. No hay de qué preocuparse, si el adolescente decide exhibir una corbata lila no habrá percance alguno, recordemos que lo que ayer significó bullying es hoy un síndrome innegable de lo cool, y si la ventaja de sus lecturas impera sobre el ego vacío del resto, sin duda el adolescente podrá deslumbrar con su regia figura allá donde se presente, habiéndose metamorfoseado en un beau petimetre.

3- Las flores del mal (Charles Baudelaire)
La poesía de Baudelaire puede convertirse en otra de las biblias del adolescente de espíritu rebelde, libre y espabilado, además de ser su libro de cabecera por muchos años, acomodando una buena edición en la mesilla de noche para insuflar el hálito del rey de los malditos en el alma del ahora petimetre, cada noche, a través de esos versos que son ventanas a nuevas posibilidades y experiencias: el mundo decadente y sutil de lo marginal y su rostro cautivador, la musa, el alcohol, el infierno, lo exótico, el ideal, la belleza, lo sublime, la luna, la alquimia del dolor, la obsesión, lo sensual, el spleen, la invitación…”El demonio a mi lado acecha en tentaciones”, ”no améis más que lo bello”…demasiado evocador como para no permear la esponja humana que es nuestro nuevo petimetre.

4- La gaya ciencia (Friedrich Nietzsche)
¿Qué significa vivir?: “vivir quiere decir arrojar lejos de sí constantemente aquello que tiende a morir; vivir quiere decir ser cruel e inexorable con todo lo que hay de débil y de envejecido en nosotros, y no solo en nosotros”. El gay saber, la gaya ciencia o el saber alegre, es el aperitivo de Así habló Zaratustra, y una lectura útil y tremendamente sugestiva, no sólo para matar a dios por si este aparece en cualquier esquina ofreciendo droga al petimetre con sus barbas no aliñadas, sino para expandir el ojo crítico y etéreo del intelecto juvenil, que se expresará de la manera más poética e inverosímil a los ojos del resto de mortales –por lo tanto sagaz- sobre cualquier partícula del universo tras la lectura. “A los realistas: vosotros, que ni siquiera sois capaces de embriagaros.” En definitiva, La dignidad de la locura.

5- A contrapelo (Joris Karl Huysmans)
Esta lectura abrirá al adolescente la puerta a un mundo plagado de maravillosas sensaciones estéticas y espirituales para vivir en solitario y de una manera totalmente mística y didáctica. La edad ayudará al componente místico a potenciar las sugerencias vitales lanzadas por el escritor francés a través del joven Des Esseintes, un personaje frágil y refinado con el que podrán sentirse identificados. A contrapelo es la novela que pervirtió a Dorian Gray, y una biblia para extraer además de ricas enseñanzas y nuevas experiencias, otros autores insignes de la literatura decadente, para disfrutar a contracorriente por medio de nuevas experiencias estéticas que convertirán al lector en un refinado y experimentado jovencito.

6- Las once mil vergas (Guillaume Apollinaire)
El componente pornográfico de este decálogo perverso para petimetres lo pone la pluma depravada de Apollinaire y sus Once mil vergas. Especialmente divertida e hilarante, disparatada, bizarra, extremadamente perversa, surrealista, la mente del joven puede verse expuesta a la más degenerada de las obras de la literatura universal expandiendo así su sensibilidad permeable y alucinando con lo heavy de la historia a través de las aventuras del príncipe Vibescu. “Esta es la novela que tus padres, si fueran cultos y astutos, no querrían que leyeses”, pero como no lo son y tampoco hay mucha gente culta que la haya leído, mejor si el joven petimetre muerde esa manzana y juega ya desde su edad imberbe a llevar amplia ventaja…

7- Mujeres (Charles Bukowski)
Para desintoxicar al muchacho de tanta decimononia y halo sublime, mejor introducirlo en el mundo indecente de Hank Chinaski y sus memorias mujeriles, donde las únicas actividades del protagonista son beber, jugar a las carreras de caballos y, por supuesto, follar con todo tipo de féminas. Entre sus didácticas aventuras se encuentra aquella en la que a Buk le enseñan a comer un coño, algo que sin duda abrirá las expectativas de muchos adolescentes. Además de un entrañable personaje al que se le termina cogiendo cariño y leyendo algunas de sus obras, el joven encontrará en esta novela un factor humano y tierno del que carecen muchos adalides de la elegancia en el mundo de las letras, porque la perversión también se encuentra en cuan distante puede ser tu visión empática de las personas con respecto al resto, algo que ofenderá a muchos individuos y procurará grandes satisfacciones por medio de su mal resquemor. 

8- Leopoldo María Panero, Poesía completa
Familiarizarse con la locura y su germen creativo no desentona del todo con esta oda a la perversión postmoderna. Leer al único superviviente de los Panero significa emprender un viaje a la belleza negra de la enfermedad psíquica por medio de la facultad de expresar el sentimiento de desarraigo humano a través de una poética tan hermosa como desgarradora, nunca exenta de arrogancia y acidez. El petimetre aprenderá que existen suicidados por la sociedad y extraerá de los versos de estos sublimes poemas una retórica espiritual de hondo calado que le permitirá albergar una vigencia crítica sobre la misma, disfrutando de la posibilidad de convertirse en un outsider tan solo para separarse de la raza estéril, pazguata y desagradablemente maléfica de los hombres y convertirse así en su martillo constante. “Vosotros, todos vosotros, toda/ esa carne que en la calle/ se apila, sois/ para mí alimento”

9- Morrissey, Autobiografía
¿Por qué la autobiografía de una estrella del pop de 50 años? Por su acidez, su mala leche y porque para compensar la pazguatería y la legión de lameculos y buenrollistas habidos y por haber en este planeta, la naturaleza lo creó a él. Del cantante de los extintos The Smiths hay mucho que aprender. Morrissey es el Oscar Wilde de la clase obrera, sus viperinas declaraciones, entre lenguaraces y agudamente observadoras, no dejan títere con cabeza ni aspecto social o musical por despachar: “Huelo carne quemada. Y rezo a Dios para que sea humana” o “Madonna está más cerca de la prostitución organizada que cualquier otra cosa”. Porque solo lo políticamente incorrecto nos salvará de cualquier clase de mierda… y porque la buena música no ha de faltarle al joven petimetre.

10- ¿Qué título añadirías tú?
El décimo título de este decálogo para pervertir al adolescente me gustaría lo pusiesen ustedes, amables lectores, ya que a buen seguro han echado en falta alguna novela, poemario, ensayo o biografía maléfica que pueda influir en las mentes de la muchachada para cuajar su espíritu de la más sublime y justa de las artes sociales.

© David de Dorian, 2014
Malika Favre
(Ilustración: Malika Favre)



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