LA ELEGÍA DEL VAMPIRO (O CÓMO EL VAMPIRO DE PANERO SE HACE VEGETARIANO)

En la vanidad de mis sombras de vuestra carne reniego

vacíos espíritus de sangre caducada

vosotros, que un día fuisteis mi alimento

hoy podridos especímenes de un dios esquizofrénico.

Antes el vino santiguado que vuestro cuerpo de babosa

sexos iracundos sin nombre ni patria

rezumando en manada el mismo nocivo y rancio perfume

¡Yo os detesto!, herbívoro me halláis

yugulares cloacas, por la bulimia de vuestras almas

pidiendo a gritos un mordisco en el interior de su muslo

la cópula letal de quien no habita en un espejo.

¿Por qué habría yo de regalaros una eternidad sin fraude?

sois mercancía en mal estado, ánimas cariadas

adoradores de flácidos colmillos de celuloide adolescente

Vosotros, pútridos corderos de mi res

Nosferatu perece borracho de agua bendita

el Conde Crápula se ha suicidado veraneando en Benidorm.

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